Archivos Mensuales: abril 2010

María y María

La Casa de Nazareth y las Cuevas de Altamira (1786.4 km)

 

Celorio - Altamira (41.8 km)

Unos 40.000 años separan las muestras del arte rupestre de las Cuevas de Altamira, del acontecimiento de la Encarnación del Señor Jesús. Curiosamente, el nombre de María está unido a ambos momentos, y en ambos casos es el nombre de una niña. María Sanz de Sautuola “encontró” las pinturas de Santillana del Mar. María de Nazareth, la Muy Santa Madre de Dios, se dejó “encontrar” por el mensajero de Dios. En el primer caso el artista es el hombre y el linzo es la roca. En el segundo y definitivo el hombre es el “lienzo” no de piedra, sino de carne, y el artesano es Dios mismo.

Las cuevas de Altamira tienen un cuidadoso “vestíbulo” que conserva incólume el tesoro. El Museo de Altamira es un centro para la conservación, la investigación y la difusión de la Cueva de Altamira y la Prehistoria.
Desde su descubrimiento la Cueva de Altamira fue considerada como algo especial y frágil, adoptándose medidas para garantizar su conservación. En 1924, tras el interés que el Rey Alfonso XIII manifestó por ella, se constituyó una Junta de Administración. Este fue el primer órgano colegiado de gestión. La primera instalación del museo fue una casa montañesa construida para exponer y conservar los objetos hallados en las excavaciones, sirviendo también como vivienda de su primer guarda.
La Cueva de Altamira es un hito cultural de la Historia de la Humanidad. El descubrimiento de las pinturas de la Cueva de Altamira en 1879 por D. Marcelino Sanz Sautuola significó el descubrimiento del arte rupestre paleolítico, y de su manifestación más espectacular.
Altamira - Marcelino Sanz de Sautuola 2

Bisontes, caballos, ciervos, manos y misteriosos signos, pintados y grabados, son la expresión de los habitantes de la Cueva hace 15.000 años durante el Paleolítico Superior. La Cueva de Altamira es Patrimonio de la Humanidad desde 1985.
D. Marcelino Sanz de Sautuola era un estudioso de las ciencias y experto en distintos campos aunque destacó como botánico e historiador. Fue un adelantado a su época. Su aportación a la prehistoria mundial llegó de la mano del descubrimiento de Altamira. Sería el primero en reconocer que las personas del Paleolítico eran capaces de crear obras de arte y en considerar auténticas las pinturas.

Todo comenzó en 1875 en el momento en que un pastor le informó de la existencia de una cueva en el Prado de Altamira. En su primera visita recogió restos arqueológicos de la superficie y localizó algunos dibujos. Años después, en 1878 acudió a la Exposición Universal de París, donde vio objetos prehistóricos del sur de Francia. La sorpresa que le produjo el gran parecido de estos objetos con lo encontrado en Altamira, le impulsó a volver a la cueva a continuar con sus investigaciones.

En 1879 regresó con su hija María quien localizó las famosas pinturas. D. Marcelino identificó los animales pintados como bisontes, asoció los pigmentos tomados del suelo con los colores del techo y comparó estas figuras con las representadas en el arte mueble paleolítico. En sus Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la provincia de Santander, publicado en 1880, descubría el arte rupestre paleolítico.

Altamira - María Sanz de Sautuola 2

La idea que se tenía de los hombres prehistóricos en aquella época hacía difícil aceptar que hubieran sido los autores de aquellas pinturas, además su frescura y espectacular conservación resultaban sospechosas. Su autenticidad no fue reconocida hasta que otros descubrimientos en cuevas francesas dieron la razón a D. Marcelino.

Marcelino Sanz de Sautuola había nacido en Santander en 1831. En el verano de 1879 cuando, en una de sus múltiples excursiones, su hija María, de ocho años, le dijo al mirar al techo de la cueva en la que estaban "¡Mira, papá! ¡Bueyes pintados!" Acababa de descubrir pinturas de la Cueva de Altamira, considerada la Capilla Sixtina del arte rupestre.

El año siguiente, 1880, Marcelino presentó sus conclusiones en sus "Breves apuntes sobre algunos objetos prehistóricos de la Provincia de Santander", en los que mostraba una reproducción de la bóveda natural con sus pinturas. La publicación causó un gran impacto mundial, pues no se esperaba que nuestros ancestros prehistóricos exhibieran tan alto nivel cultural.

Autoridades en Prehistoria, encabezados por Gabriel de Mortillet y Cartailhac, rechazaron que las pinturas de Altamira fuesen obra del hombre prehistórico, llegándole a acusar de haberlas pintado recientemente. Consideraban que ni la técnica, ni el color tan nítido a pesar de los años, podían ser naturales.

Altamira - bisonte

María: "¡Mira, papá!, ¡bueyes pintados!"El reconocimiento a la labor de Marcelino Sanz de Sautuola no llegaría, lamentablemente, hasta años después. En 1895 se descubrieron los grabados de La Mouthe, en Francia. Y posteriormente, su principal crítico, Cartailhac, publicó "Mea culpa d’un sceptique", reconociendo su equivocación y mostrando su respeto y admiración por Sautuola.
Sautuola, quien había muerto 14 años antes, no vivió para disfrutar la restitución de su honor, ni la posterior confirmación científica de sus premoniciones. Las modernas técnicas de datación científica han confirmado que las pinturas de la cueva de Altamira fueron creadas en un intervalo de tiempo entre 11.000 y 19.000 años. Los descubrimientos de Sautuola son una de las piedras angulares del estudio del arte Paleolítico.

La pequeña María Sanz nos conduce a recordar que la Madre de Dios era poco mayor que ella en la Anunciación. Es la suya una perfecta expresión de la inocencia de niña y adultez de juicio que el Señor nos exhorta a cuidar. Sólo así podremos ser audaces y “soñar” que cerca de nosotros hay tesoros inexplorados. María Sanz se atrevió a “soñar” que aquellas pinturas era muy, muy antiguas y valiosas. María de Nazareth creyó lo imposible. Su prima Isabel la llamó dichosa por haber creído a la Palabra del Señor.

Tengamos, pues, alta mira y creamos el las maravillas que el Amor del Señor pinta cada día en el lienzo de carne de nuestro corazón.

Total  hasta Jerusalén               Más de 10.000 kilómetros

"Hoy"                                      +41.8 kilómetros

Distancia recorrida                           1786.4 kilómetros

Distancia restante                    Más de 8204.6 kilómetros

Próxima parada                   Santander

 

 

www.santillana-del-mar.com
es.wikipedia.org
http://www.quesabesde.com
museodealtamira.mcu.es

Tu Rostro buscaré, Señor

 

El Cristo de Celorio (1744.6 km)

 

Covadonga - Celorio (33.5 km)

Los “otros” paños de la Verónica

La Tierra Prometida es la Persona de Jesús. Él nos ha dejado la huella de su santo Rostro en el paño de la Verónica. Pero no es el único lugar. En la infinita e infinita creatividad de su amor, nos ha dejado esculpido su rostro en otros curiosos lugares. A uno de ellos acabamos de llegar. Es la bella localidad de Celorio. Antes unos breves datos sobre este oasis en medio del oasis gigante que es toda Asturias.

Celorio (nombre oficial Celoriu) es una localidad costera asturiana, que constituye una de las 28 parroquias del concejo de Llanes.

Celorio se encuentra en la costa, cinco kilómetros al Oeste de la capital del municipio, Llanes. Su población es de 399 habitantes (sadei 2008). Es un “grano de mostaza” que germina exponencialmente cada verano: unas 5000 personas acuden a su recoleta acogida, muchas de las cuales poseen residencia propia en el pueblo. La mayoría de los veraneantes son asturianos, aunque también destaca el número de visitantes del País Vasco, Madrid y países europeos como Francia, Alemania y Países Bajos.

Una de las grandes bellezas de Celorio es la versatilidad del Cantábrico en sus costas. Gran número de playas ofrecen su frescor a los visitantes: La Palombina, Las Cámaras, Los Curas, Borizu, San Martín, Portiello y Troenzo.

Destaca en el pueblo la Iglesia y Monasterio de San Salvador (patrón de Celorio), construidos en 1660.

Las fiestas de esta bella localidad son muy populares y tradicionales: el segundo domingo de julio se “enciende” La Hoguera (en asturiano La Joguera), que se celebra alrededor de la tala de un eucalipto y su posterior ‘plantación’ en la plaza de la Iglesia del pueblo. Al domingo siguiente se celebra la fiesta mayor en honor a Nuestra Señora del Carmen.

El “bollu preñau”

Tabgha Igl Multipl galilea

En aquella ocasión el Señor multiplicó panes y peces para miles de personas. Aquí es una clase especial de sabroso choziro el que es esculpido por los artesanos del pan dentro del pan. El primer domingo de agosto se celebra el "Día del Bollu", en honor a San Salvador, donde se reparte el tradicional ‘bollu preñau’ y vino o sidra en un prado.

Veamos cómo se prepara el bollo preñao o pan preñao (bollu preñáu, pan preñáu o tortu preñáu en asturiano y cántabro). Se suelen tomar unos chorizos y se les deja cocer en sidra hasta que se han puesto ligeramente blandos. Después se prepara una masa de harina de trigo y se le incluye dentro el chorizo y la panceta todo ello y se enrolla sobre la masa. Todo ello se introduce en el horno y se deja cocer a temperatura media-alta.

bollu preñao 

El bollo preñao se consume especialmente en comidas campestres, al aire libre, fiestas locales y en especial en la fiesta del Martes de Campo (celebrada el martes después de Pentecostés, fiesta móvil que suele caer en el mes de mayo) en Oviedo, que se suele tomar acompañado junto con un ‘culín’ de sidra.

El Cristo de Celorio

El mismo Señor que bendice hoy a las familias que elaboran el “bollu preñau” en tantos bellos pueblos bañados por el Cantábrico, es el que multiplicó aquellos 5 panes junto al Mar de Galilea, en la Tierra Santa que contemplaré un día, si Dios quiere. El Señor ha dejado también en esta tierra asturiana el abrazo entre el agua y el verdor. Y ha dejado una original y curiosa “firma” de su amor por esta tierriña.

Cristo de Llanes (foto de Pedro Sánchez)

Mirándolo desde lejos, se puede apreciar uno de los más increíbles caprichos hechos por la fuerza de la naturaleza. La llaman la Cabeza del Cristo. Para descubrirla para nosotros, el fotógrafo necesitó paciencia, tiempo y buscar el punto apropiado y la luz adecuada. Una ulterior lección de vida a modo de parábola surge de las manos del fotógrafo: Para descubrir el Rostro de Cristo en nuestra vida cotidiana hemos de llevar bien preparada la cámara fotográfica del corazón, limpio el objetivo y con la batería cargada. Y hemos de situarnos en el punto exacto -junto al Señor en la oración- y con la luz adecuada, la Luz de su Palabra. Sólo así descubriremos las insólitas y creativas formas que Él inventa para mostrarnos Su presencia y Su amor.

Terminamos con los versos de otro peregrino. Que ellos sean mi despedida.

Un abrazo y que el Señor os bendiga …

El Peregrino Ruso

CRISTO DE CELORIO

Las bravas aguas de mi Cantábrico

habían cincelado tu figura,

Santo Cristo de Celorio

y ensalzado tu hermosura.

La forma de tu corona

está adornada de otoñada

una hierba que nace tarde

y es más verde y rociada.

Ni el más famoso escultor

podía lograr un rostro tan real,

sólo las aguas, el salitre,

formarían esta imagen natural.

En el Occidente de Asturias,

entre la montaña y el mar

está este Cristo de Celorio

                                     Manuel González, poeta y escritor

 

Total  hasta Jerusalén               Más de 10.000 kilómetros

"Hoy"                                      +33.5 kilómetros

Distancia recorrida                           1744.6 kilómetros

Distancia restante                    Más de 8246.4 kilómetros

Próxima parada                   Cuevas de Altamira

Fuentes: wikipedia

http://www.eltiempo.es

Foto: Pedro Sánchez – 5 enero 2010

tomaylee-sagradasescrituras.blogspot.com (P. Horacio Bojorge)

alysu.files.wordpress.com (el bollu)